EL 21 DE JUNIO FUIMOS A LOS JUZGADOS DE SEVILLA.

Con presencia de delegaciones de los sindicatos hermanos IAC (Catalunya) y CSI (Asturies) y cientos de compañeros y compañeras procedentes de diferentes uniones locales del SAT tuvo ayer lugar el juicio contra los cuatro sindicalistas (Andrés Bódalo, José Cañamero, Manuel Neira y Luis Ocaña) imputados por la ocupación de la Consejería de Agricultura en 2005.
El 2 de agosto de 2005 el SOC ocupó pacíficamente la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía para exigir el cumplimiento, por parte de la Junta, del compromiso adquirido con el pueblo de Jódar (Jaén) de la cesión de 3000 ha. de las tierras del Marqués de Medinilla.
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Al proceder la Policía al desalojo se produjo las detenciones de los cuatro sindicalistas ensañándose particularmente con el compañero Andrés Bódalo, actual responsable provincial del Sindicato Andaluz de Trabajadores en Jaén, que fue detenido durante siete horas y brutalmente agredido antes y después de ser esposado.
Cinco policías se enfrentaron a peticiones de cuatro años de cárcel por un delito de malos tratos y un delito de lesiones. Mientras que la policía, como viene siendo habitual en estos casos, denunció a su vez por resistencia y atentado.
No hubo sorpresas. La fiscalía, como siempre, se puso del lado de la policía, indicando que las lesiones producidas a Andrés Bódalo (que estuvo dos dias hospitalizado) eran el resultado de la "reducción normal" de un detenido.
Flaco favor hace la fiscalía a las libertades y derechos ciudadanos frente a los abusos policiales cuando ante casos tan claros como este no sólo mira para otro lado sino que además carga las tintas contra las víctimas.
Flaco favor hace a la democracia el Gobierno andaluz -causante en última instancia de todo este lio- al no cumplir sus promesas y enviar a policías violentos para reprimir una vez a los jornaleros y jornaleras.
Como dijo ayer Sánchez Gordillo: "dicen que este verano va a ser especialmente caluroso, dos grados por encima de la media de otros años, nosotros vamos a intentar subirlo hasta ocho grados más" anunciando de esta manera un verano caliente lleno de movilizaciones cara a afrontar con éxito la huelga general.